·Кира· [Kira - Prólogo]
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·Кира· [Kira - Prólogo]
·Кира·
Olga Ivanova esperó a la muerte durante tres horas. Como un ciervo acorralado, acurrucada en una esquina, sus pálidos dedos se habían aferrado al borde de la mesa del aula, con los ojos desorbitados y los finos labios lívidos por el miedo deformados en una mueca torcida de pavor. El tictac de las manecillas del reloj, acompañado por los jadeos de ella y los suspiros de él, fue la única banda sonora durante ese tiempo. Al principio solo podía escuchar sus propios latidos, sus propias súplicas, su propia respiración. Fue después de la primera hora que empezó a oír el tiempo, el silencio, los pequeños ruidos nocturnos. Y con la racionalidad arribaron los pensamientos, las penas, los deseos de una vida insatisfechos, los recuerdos de su infancia, los años universitarios, los primeros amores, los segundos y los terceros... La sonrisa de su único hijo al llegar del colegio y las palabras «te odio» al marcharse de casa se incrustaron con brutalidad en su mente. Su cuerpo se convulsionó, por sus mejillas resbalaron perladas lágrimas y sus facciones se deformaron por la tristeza y los sollozos. Le hubiera gustado tanto poder abrazarlo una vez más, sentir su cálida piel, escuchar su risa, sus palabras amables, haber apoyado sus ideales y haberle visto partir a Italia con su misma ilusión y con el orgullo de madre que siempre deseó sentir hacia su primogénito. Después de 45 años de vida, se dio cuenta de las horribles acciones que había cometido y de las numerosas malas opciones elegidas. Era un fracaso de ser humano. O mejor dicho, era una persona como tantas otras.
Si la muerte no estuviera delante de ella, apuntándola con un arma con la misma armonía de quien te tiende la mano, habría continuado aferrada a su sabiduría barata y a sus opiniones retrógradas como el resto de la población. Quizás su agresor viera en la oscuridad un brillo diferente en los ojos de la víctima, o que finalmente el momento preciso que estuvo esperando hubiera llegado, o tal vez se cansó del juego, pero el hecho es que sonrió. Sonrió con la inocencia de un niño y la mezquindad de un adulto, correspondiendo a la asimilación y resentimiento de la mujer. Ella se estremeció, reconociendo aquella silueta, aquella singular manera de sostener objetos, su esencia, su debilidad que ahora se le antojaba fortaleza. Sí, se tenía merecido que su final llegara en ese instante. Entreabrió los labios, buscando susurrar una queda disculpa, pero fue bruscamente acallada por un fuerte golpe. Un gemido escapó en lugar de un dulce perdón. Y casi con desesperación, Olga Ivanova se descubrió deseando que apretara el gatillo, que terminara con el suspense y la dejara expiar sus pecados de una buena vez. Aquella ternura maternal hacia la sombra amenazadora se convirtió en una rabia ciega al comprender lo que pretendía. Y pensar que había llegado a creer que el asesino solo buscaba hacerle meditar y lamentarse sobre su crueldad... Ah, de ninguna manera, lo único que lo motivaba era algo tan mundano y humano como la venganza. No era mejor que ella.
Tic, tac. Dieron las ocho de la mañana del sábado. Disparó. El cuerpo cayó a sus pies con irónica docilidad. La sombra rió y se preguntó si el destino ya lo tenía preparado. No quería las disculpas de la asquerosa y patética señora Olga Ivanova, solo su dolor y su odio. Sintió su corazón ligero, vivaracho, juguetón y travieso. Con toda la calma que la adrenalina le permitía limpió la sangre, las huellas y colgó el cadáver de la lámpara del techo. Los alumnos de secundaria se llevarían una grata sorpresa a primera hora del lunes. Un regalo de año nuevo. Abandonó la estancia coreado por el silencio y una suave melodía tarareada con alegría. Las suelas de sus zapatos se hundieron en la nieve, mas no le dio importancia, la ventisca que se avecinaba no tardaría en cubrirlas de nuevo. No volvió la vista atrás al abandonar el instituto pues ninguna clase de rencor le ataba ya al aula 208. Era una persona dichosa.
Si la muerte no estuviera delante de ella, apuntándola con un arma con la misma armonía de quien te tiende la mano, habría continuado aferrada a su sabiduría barata y a sus opiniones retrógradas como el resto de la población. Quizás su agresor viera en la oscuridad un brillo diferente en los ojos de la víctima, o que finalmente el momento preciso que estuvo esperando hubiera llegado, o tal vez se cansó del juego, pero el hecho es que sonrió. Sonrió con la inocencia de un niño y la mezquindad de un adulto, correspondiendo a la asimilación y resentimiento de la mujer. Ella se estremeció, reconociendo aquella silueta, aquella singular manera de sostener objetos, su esencia, su debilidad que ahora se le antojaba fortaleza. Sí, se tenía merecido que su final llegara en ese instante. Entreabrió los labios, buscando susurrar una queda disculpa, pero fue bruscamente acallada por un fuerte golpe. Un gemido escapó en lugar de un dulce perdón. Y casi con desesperación, Olga Ivanova se descubrió deseando que apretara el gatillo, que terminara con el suspense y la dejara expiar sus pecados de una buena vez. Aquella ternura maternal hacia la sombra amenazadora se convirtió en una rabia ciega al comprender lo que pretendía. Y pensar que había llegado a creer que el asesino solo buscaba hacerle meditar y lamentarse sobre su crueldad... Ah, de ninguna manera, lo único que lo motivaba era algo tan mundano y humano como la venganza. No era mejor que ella.
Tic, tac. Dieron las ocho de la mañana del sábado. Disparó. El cuerpo cayó a sus pies con irónica docilidad. La sombra rió y se preguntó si el destino ya lo tenía preparado. No quería las disculpas de la asquerosa y patética señora Olga Ivanova, solo su dolor y su odio. Sintió su corazón ligero, vivaracho, juguetón y travieso. Con toda la calma que la adrenalina le permitía limpió la sangre, las huellas y colgó el cadáver de la lámpara del techo. Los alumnos de secundaria se llevarían una grata sorpresa a primera hora del lunes. Un regalo de año nuevo. Abandonó la estancia coreado por el silencio y una suave melodía tarareada con alegría. Las suelas de sus zapatos se hundieron en la nieve, mas no le dio importancia, la ventisca que se avecinaba no tardaría en cubrirlas de nuevo. No volvió la vista atrás al abandonar el instituto pues ninguna clase de rencor le ataba ya al aula 208. Era una persona dichosa.
- Spoiler:
- ¡Holis! Bueno, aquí vengo con el prólogo de una idea original mía.~ Quiero mejorar mi escritura y creo que con esta novela podré hacerlo xDD Me sentiría muy feliz si lo leyeseis y me dieseis vuestra opinión >.< No será una novela fantástica, yo la catalogaría en una novela psicológica, de suspense y policíaca (pero no a lo departamento de policía xDD Más misterio de investigación si entienden (?) ).~ ¡Leed y dejad vuestros comentarios!
Última edición por Will of Abyss el Jue Ene 23, 2014 3:48 pm, editado 4 veces
Will of Abyss- Will
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Re: ·Кира· [Kira - Prólogo]
- se queda pensativo unos cuantos muchos minutos(?)-
¿Qué puedo decir? La redacción me encanta, la temática no es precisamente lo que tiendo a leer pero consiguió atraparme. La extensión es cómoda, ni muy corta ni muy larga, lo necesario y nada mas. Pero... no me gusta la frialdad de los hechos! No sé explicar, es interesante y uno se queda con ganas de averiguar mas sobre los personajes, pero la muerte siempre deja un hueco y una cruda sensación que cala extrañamente en... los huesos de mi yo espiritual-pacífico(????
Creo que eso podría significar que haces un buen trabajo, y seguramente terminaré leyendo el resto de la historia(suponiendo que lo compartas por aquí) mas no puedo decir que lo esperaré con ansias locas. Aún no soy taaaan masoca, creo(?)
Xerxes Break- Mad Hatter
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Re: ·Кира· [Kira - Prólogo]
me dejo tan loco que me dieron ganas de responde como si fuera un post (???) okno xd vale, si e.e tengo un grave problema con eso de contestar los posts al segundo y todos los saben e.e
Este tipo de libros me gustan mucho la verdad, aunque lo de policíaca es lo único que sigue sin convencerme (dichoso genero ¬¬) pero como ya he dicho, si la historia es buena ( que lo parece como ha dicho el psicópata de arriba (??)) pues yo también estoy dispuesto a leerla , ya que mas de una historia policíaca me ha dado sorpresas a lo largo de mi corta vida solo porque me las mandaban en el colegio por obligación.
Así que gran trabajo y como no cuelgues más ya veremos si no te pasa lo mismo que a Olga e.e (??)
PD: no, si al final el psicópata voy a ser yo-se marcha indignado psicopatamente (?)
Este tipo de libros me gustan mucho la verdad, aunque lo de policíaca es lo único que sigue sin convencerme (dichoso genero ¬¬) pero como ya he dicho, si la historia es buena ( que lo parece como ha dicho el psicópata de arriba (??)) pues yo también estoy dispuesto a leerla , ya que mas de una historia policíaca me ha dado sorpresas a lo largo de mi corta vida solo porque me las mandaban en el colegio por obligación.
Así que gran trabajo y como no cuelgues más ya veremos si no te pasa lo mismo que a Olga e.e (??)
PD: no, si al final el psicópata voy a ser yo-se marcha indignado psicopatamente (?)
Lelouch Lamperouge- Intendente Oficial
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