• Klaus Barma

por Invitado Vie Mar 14, 2014 2:36 am

El joven Barma entra a la famosa sala de entrevistas, dirigiendo sus pasos de forma tranquila hacia la silla desocupada frente al entrevistador. Una vez que toma asiento, se cruza de piernas y observa fijamente al contrario con sus penetrantes ojos plateados, sin hacer comentario alguno. Se cruza de piernas despreocupadamente y, tras un breve lapso de tiempo en silencio, al fin se digna a hablar. — ¿Y bien? Ya puede comenzar.

¿Cuál es su nombre completo?

—Klaus Barma —responde con indiferencia, sin apartar aún su mirada del entrevistador.

¿Cómo le llaman los demás?

—Seguramente he sido llamado de diferentes maneras a lo largo de mi vida —sonríe de forma ladina antes de acomodarse mejor en su lugar— Pero para ti y todos los demás en este lugar seré simplemente Klaus.

//Por el momento no tiene ningún sobrenombre//

¿A qué casa ducal pertenece, sirve o suele frecuentar?

— ¿Que acaso eso no es obvio? —Frunce ligeramente el ceño con indiferencia antes de echar un vistazo a su alrededor con total desinterés— A los Barma, creo que mi apellido pudo haberle bastado para descubrir eso.

¿Cuántos años tiene? La verdad, porfavor

Ríe despreocupadamente. — ¿Por qué habría de mentirle con mi edad? Tengo veinticinco años; edad que, según sé, aparento.

¿Cuál es su ocupación?

—Trabajo para Pandora por obligación. De allí en más, no hago nada de real interés... Claro, si es que 'trabajar para Pandora' sea interesante, por supuesto.

//Recolecta información para el Duque Barma, pero sobre todo crea perfiles de los demás para este. Su trabajo consiste en acercarse a la persona, conocerla, analizar con lujo de detalle cada ademán, reacción y forma de pensar del contrario, incluyendo personalidad; para después realizar un informe de todo lo recabado. Aunque en realidad, dichos perfiles los consigue para su propia conveniencia e intereses; poco le importa si llega a ser por mandato de Rufus Barma o no//

¿Ha hecho alguna vez un contrato con una chain?

—No, por el momento no he realizado uno por más insistencia que he tenido por parte de algunos miembros de Pandora, pero deseo mantenerme firme en mi postura respecto al asunto: lo haré cuando la chain adecuada, la que yo quiero y la única que puede ser útil para mis fines, llegue a mí —guarda silencio, dando a entender que no dirá nada más sobre el asunto.

Cuéntenos la historia de su vida

— ¡Vaya! Una pregunta al fin interesante... para su desgracia, no tengo planeado el decir nada más que lo esencial. Mi historia personal no entra en esa categoría, que le baste saber que soy un bastardo de los Barma y que pertenezco a la organización Pandora.

//Hijo de un miembro secundario de los Barma y una joven que, si bien se encontraba en una posición socio-económico nada desdeñable, de igual manera se encontraba muy por debajo de una familia ducal tan importante como lo eran los Barma. Cuando el padre se enteró de la existencia de aquel niño que nunca planeó tener, decidió renunciar al apellido Barma para poder casarse con la joven y así criar de manera modesta, pero completa, a aquel futuro hijo que pronto tendrían. Como pudieron, formaron una familia y cuatro años después del nacimiento de Klaus, tuvieron una niña, la cual era la adoración de su hermano mayor. Pero no todo podía ser de color rosa. Cuando Klaus tenía solamente diez años de edad, la casa en la que vivían los cuatros fue incendiada y tanto sus padres como su hermanita menor perecieron en aquel accidente, quedando Klaus huérfano y completamente solo. Aunque las autoridades supusieron que había sido un accidente, el niño estaba convencido de que no fue así, pues desde temprana edad demostró tener aquella agilidad de mente y suspicacia que hoy en día le caracterizan; sin embargo no habló más al respecto y se guardó su teoría para sí mismo. Al verse desamparado fue llevado ante el Duque Barma, el cual corroboró con una simple mirada al niño que efectivamente era miembro de la familia y lo acogió en su casa como tal; sin embargo todos le dejaron ver desde un principio su condición de bastardo, por lo que aprendió a familiarizarse con esa palabra a tal punto de reconocer abiertamente y sin emoción o vergüenza alguna este hecho. Con el tiempo, el Duque vio que el chiquillo le podría ser de utilidad al comprobar con sus propios ojos la inteligencia del mismo, así que a los quince años le mandó a unirse al cuerpo de Pandora y este aceptó sin más, aunque se negó rotundamente a realizar contrato con ninguna chain pues él buscaba a una en específico, aquella que pudiera manejar el papel de ser su pieza más fuerte en el tablero y hasta que no encontrara alguna con las cualidades exactas que él estaba buscando, no realizaría contrato con nadie. El Duque aceptó esta excentricidad, pues consideraba que esta decisión era una evidencia más de su enorme capacidad de razonar y analizar, y dejó las cosas estar. Actualmente Klaus desempeña el papel asignado por el propio Duque de recaudar información con aquella habilidad e inteligencia suya, y el de formar perfiles de todos aquellos que se vieran involucrados de cierta manera con el ducado y con la organización, a la vez que desempeña sus funciones como miembro de Pandora. Pero todo aquello es sólo una fachada de la realidad, pues a Klaus poco le importa serle leal a su propia familia o a Pandora, sino que aprovecha el poder y la autoridad que ambas le ortorgan para su propio beneficio y así poder alcanzar sus objetivos, aunque se aparente todo lo contrario//

¿Cómo se describiría físicamente?

Enarca una ceja y le observa con escrutinio, antes de sonreír de manera mordaz y recargarse sobre la silla, en una actitud tranquila. —Lo lamento, pero el hecho de que usted sea ciego o algo semejante, no lo exime de hacer preguntas tan ridículas. ¿Qué le puedo decir de mí? Lo único que le puedo garantizar es el hecho de que, por el momento, todas las partes de mi cuerpo humano están en completo orden.

//Posee buena estatura para ser todo un mozo, su piel es pálida pero sin tirar a lo demacrado y también es tersa al tacto. De complexión física realmente no puede nadie quejarse, pues es delgado y flexible, aunque no posee mucha condición debido a que la mayoría de sus actividades son mentales, aun así tampoco tira a ser un debilucho de primera. Sencillamente prefiere evitarse el esfuerzo físico si es posible, por lo que no es nada musculoso en exageración; sin embargo algo en él, a pesar de dicha carencia, resulta sumamente atrayente para el sexo opuesto (y algunos del mismo). Sus movimientos son atrayentes y felinos, un punto más que provoca que las miradas de los demás recaiga en él. Posee un aura de refinamiento y elegancia que muchos de la nobleza desearían tener, a pesar de ser un bastardo. Su cabellera es roja, típica en los miembros de su familia: la lleva larga hasta la cintura y por lo general esta se encuentra suelta, cayendo en cascada por su espalda, pero en varias ocasiones suele amarrársela en una coleta alta para mayor comodidad; también es lacia y sedosa al tacto. Sus ojos son grises, color que ayuda a que su mirada sea aun más glacial de lo que de por sí ya es, aunque es sumamente cautivante y amable cuando sus propósitos lo requieren. Sus facciones son finas y detalladas, cosa que ayuda aun más a fomentar aquel aura de refinamiento y nobleza que posee. También tiene muy buen control sobre sus propias expresiones y acciones, de acuerdo a la situación en la que se encuentra. Como dato extra, es muy parecido físicamente al Duque Barma, por lo que algunas personas suelen confundirlo con el mismo, sobre todo cuando lo ven a distancia//

¿Cómo se describe psicológicamente?

Sonríe maliciosamente. —Buena pregunta, ¿cómo soy en realidad? Es simple: como cualquier otra persona normal con el mismo estatus social y económico que yo. Educado y de buenas costumbres —finaliza con una sonrisa afable que no pretende otra cosa que no sea la de mofarse del entrevistador que tiene frente a sí.

//Definitivamente Klaus es una persona completamente compleja. Nadie podrá jamás saber qué está pensando, al menos que él desee que lo sepas, y aun así nunca se podrá asegurar si está mintiendo o diciendo la verdad. No se abre ante nadie, ni siquiera a la persona más cercana, si es que llega a existir alguna, debido a que prefiere pintar una franja enorme entre él y todos los que lo rodean. Para él no existen ni los amigos ni las personas en general, todos con los que interactua son piezas manejables en su tablero de ajedrez, las cuales pueden utilizarse y remplazarse de forma completamente sencilla. Nadie es indispensable, solamente el Rey. ¿Quién es el Rey en su tablero? Nadie lo ha sabido y muy seguramente nadie lo sabrá. Es un actor consumado, puede interectuar con las personas y mostrarles la fachada que ellos desean ver o que él necesita que ellos vean, para que todo vaya de acuerdo a sus planes; está tan acostumbrado a mentir que ya no le cuesta ningún trabajo hacerlo y hacer, a su vez, que le crean, pues uno de sus dichos es que hay que creer uno sus propias mentiras para que los demás puedan creerlas. Tiene tanto control sobre su propia persona que puede manejar la personalidad que más le convega en cualquier situación, cosa que le facilita conseguir todo tipo de información y, a la vez, poder analizar a las personas a las que les desea "archivar" su perfil. Es sumamente inteligente y gran estratega, su cerebro siempre está trabajando y se complace en decir que no ha logrado conocer oponente alguno que pueda darle batalla en cuanto a este campo se refiere. Guarda un enorme secreto consigo, pero absolutamente nadie lo conoce y no permitirá que lo descubran. Es capaz de hacer absolutamente todo por el bien de "sus objetivos"; nunca cometerá ni un minúsculo error, pues cada acción realizada está fríamente planeada y calculada. No le molesta la soledad pues está tan acostumbrado a vivir en sus propias sombras, que poco le importa si está sólo o acompañado. Puede ser una persona hasta cierto punto agradable, siempre y cuando le seas útil en algo, cuando dejas de servirle sencillamente te desecha sin pensarlo dos veces. La fachada que por lo general muestra a los demás es la de una persona solitaria, cortés, amable y atenta, aunque algo distante. Posee un gran dominio de la lengua, así que es capaz de insultarte de forma que incluso puede escucharse refinada y educada. No conoce la fidelidad más que para sí mismo y los objetivos que desea alcanzar. Ágil de mente, pues puede adaptarse a la situación en un abrir y cerrar de ojos y modificar sus planes y estrategias de acuerdo a como van sucediendo las cosas, aunque en la mayoría de los casos él mismo crea las circunstancias y logra que los demás caigan en su trampa//

¿Tiene algún arma?

Se encoge ligeralemente de hombros, de manera totalmente indiferente. —En realidad no creo que sea necesario, pero poseo la reglamentaria pistola de Pandora y rara vez no la llevo conmigo, más por costumbre que por necesidad.

//Aunque prefiere evitarse el esfuerzo físico, siempre lleva consigo una katana consigo porque no sabe cuándo podrá utilizarla. No es un maestro en el uso de dicha arma, pero se sabe defender bastante bien con esta; sin embargo prefiere la mayoría de las veces recurrir a la pistola//

¿Cuáles son sus gustos?

—Uno de mis pasatiempos es leer, por lo que se podría considerar como un gusto la lectura, ¿no? Tambien soy dado a preferir ambientes tranquilos.

//Efectivamente le gusta leer, pero su actividad predilecta sobre todas las demás es la de jugar ajedrez, tan es así que a la vida misma la ve como si fuera una partida de dicho juego que hay que ganar, los diferentes lugares el tablero y las personas como si fueran las piezas que hay que manipular para alcanzar la victoria. Más que la tranquilidad, lo que le gusta es la soledad pues ya está sumamente acostumbrado a esta//

¿Cuáles son sus disgustos?

—Sencillo: me desagradan las personas molestas que no pueden hacer nada por sí mismas —aunque su voz suena desinteresada, se puede percibir una nota de desdén en la misma.

//Toda aquella persona que quiera acercarse demasiado a él, ya que no soporta que invadan su privacidad. Que las cosas no salgan de acuerdo a como las planeó, hecho que casi nunca ha sucedido. Otra cosa que no tolera es que lo subestimen, pero muchas de las veces suele utilizar esto como ventaja para cumplir con lo planeado sin tener intromisión alguna. El ruido y las personas bobaliconas entran en la categoría de disgustos, pero en una escala inferior//

¿Cuál es el nombre de su chain?

—Le he dicho con anterioridad que no poseo ninguna, y tampoco tengo planes de tenerla en un futuro próximo. Puedo esperar perfectamente a que aparezca la adecuada para mis planes.

¿Qué poderes y debilidades tiene su chain?

Sonríe de forma misteriosa, aunque hay un matiz gélido en sus ojos grises —Le retirero: no tengo una. Sin embargo, aunque así fuera, ¿me cree lo suficientemente corto de ideas como para divulgar ese tipo de información de buenas a primeras? No me subestime.

¿Podría invocar un momento a su chain?

Opta por guardar silencio, mostrando una postura totalmente relajada; sin perder la paciencia.

¿Algún dato extra que quiera añadir?

Se toma su tiempo para meditarlo, a pesar de ya saber la respuesta de antemano, y después niega con un cortés gesto.

//Su mejor arma es su propia inteligencia. No se lo pensaría dos veces para eliminar a las personas que ya no le son útiles o que puedan llegar a estorbar en su camino//

Pose para la foto

Sin más remedio, fija por breves segundos la vista en la cámara.

Spoiler:

Nombre real del personaje: Samon Kusaribe

Nombre del anime/manga del que proviene: Zetsuen No Tempest

"Jack es homosexual, Gilbert está amargado, el Master roba quincenas, Alice es baka y Dai solo desea que estos locos la dejen en paz"

por **Xerxes Break** Vie Mar 14, 2014 6:21 pm

-Se parece horriblemente a cierto Duque fastidioso
-Pandoriano por obligación
-Chainfóbico(?)
-En perfecto orden, como un librero(?)
-¿Modesto?
-Puede que tenga mala puntería y por eso prefiera no haces uso de su pistola.

Para fortuna suya la información se encuentra en perfecto orden. Solo tengo una pregunta mas para usted, curiosidad pura~ ¿Cuánto tiempo de contrato lleva con su chain?(?) - reprime con eficiencia la risa y le lanza con poco cuidado sus documentos de aceptado. Bienvenido, Klaus~

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