Día en Familia [+46]

por **Ariadne Barma** Dom Abr 01, 2012 5:55 pm

Se había levantado antes de la salida del sol, aunque no era usual en ella madrugar un día sábado y había dejado a Draco durmiendo de lo mejor sobre uno de los sillones de su habitación. Ella para ser exactos con suerte había dormido dos horas y ahora caminaba algo zombie en dirección al sótano. Pasó por la sala donde en la noche había jugado Pool con su hermano y siguió caminando por un largo pasillo, iluminado todo por pequeñas luces que llevaban hacia la habitación de él, se hubiera sabido el camino hasta de memoria y a oscuras de tantas veces que lo había recorrido. No tocó la puerta pues era su costumbre entrar sin permiso a ver que estaba haciendo y allí estaba el pelinegro durmiendo sobre la cama. Se quedó unos segundos mirándolo y luego observó por los grandes vidriales a los peces que ya acostumbrados a esa gran construcción nadaban cerca de ella sin chocar con la armazón. Se acercó al escritorio y registró lo que había arriba unos segundos con la mirada y luego terminó de acercarse a la cama.

Ya en el borde y mirándolo fijamente estiró la mano para jalar uno de los mechones ondulados de Robert y esperar a que despertara, un grito matutino o un regaño tal vez le vendría bien y con tanto sueño que tenía seguro ni cuenta se daba de la mitad de lo que le diría el chico. -Nii-san, hora de despertar...- no sabía porque iba a molestar desde tan temprano... Que gran mentira, la verdad era que se moría de hambre y sin el desayuno hecho de manos de él (que no le había dejado la comida preparada en la noche) iba a sufrir de inanición. Lo vio seguir durmiendo y frunció el ceño, así que se lo ponía difícil. Dio la vuelta alrededor de la cama y se tiró sobre ella de golpe. -¡Despierta, despierta!- rodó sobre las ropas de la gran cama hasta chocar con el cuerpo de su hermano y le gruñó entredientes. -Muero de hambre...- se iba a poner a llorar si el no le prestaba atención, tenía hambre de carne y de solo pensarlo le sonaba el estómago, pero al cabo de un segundo le volvió el sentimiento de sueño y viendo en el agua a un pez bastante grande que les hizo sombra entrecerró los ojos a punto de quedarse dormida.

Las grabaciones de la semana la cansaban, más porque con Ariadne siempre tenía que sonreír y ya el rostro le dolía de tanto esfuerzo. Realmente se sentía más libre cuando podía actuar con el lado bipolar de su personaje pero era por trabajo así que no podía quejarse...

por **Gilbert Nightray** Dom Abr 01, 2012 9:42 pm

Había trabajado toda la semana sin parar entre grabaciones, producción, administración y demás y había caído rendido después de la noche jugando pool y bebiendo jugo de uva con moderación. Aún así la cabeza le daba un poco de vueltas y había caído rendido, profundamente dormido, decidido a dormir hasta el día siguiente.... O ese era el plan.
Dentro de sus sueños sintió un jalón en el cabello, quejándose por lo bajo y girándose hacia el otro lado como si con eso pudiera deshacerse de la cosa molesta que había tirado de su cabello. Por unos segundos volvió a la profundidad del sueño hasta que una voz molesta y reconocida lo arrancó bruscamente de la paz del sueño haciéndolo entreabrir los ojos para encontrarse con aquella persona que decía ser su hermana, que por el poco parecido le decía que era adoptada.
- Ya... ya voy, ya voy... No molestes - se cubrió con la almohada ignorándola por alrededor de cinco minutos sin poder descansar en paz por sus continuas molestias. Indignado y de mal humor se levantó de la cama arrojándole las mantas y almohadas con la intención de enterrarla. Se alistó y vistió para salir de la habitación hacia la cocina, de paso tocando en la habitación donde Dante se encerraba desde muy temprano para avisarle sobre el desayuno.

Una vez en la cocina sirvió tres platos de cereal ya que no tenía muchas ganas de cocinar y esperó a que lo alcanzaran los demás mientras observaba el océano desde la ventana sintiendo la brisa marina que se colaba hacia la cocina.

por **Ariadne Barma** Lun Abr 02, 2012 3:41 am

Si había algo que detestara era que lo le pusieran la suficiente atención, aunque Robert la tenía acostumbrada a eso a pesar de que si se preocupaba, tal vez muy al fondo, de ella. Cuando al fin abrió los ojos para verla ella le sacó la lengua descaradamente intentando molestarlo para que surtiera efecto su llamado matutino. -No es molestia, hace hambre...- señaló suspirando pesadamente y golpeando su brazo con la mano mientras esperaba que pasaran los minutos de rigor en los que el se decidía a hacerle caso del todo. Terminó hasta pateándolo cuando al fin reaccionó del todo y en cosa de segundos y en medio de gritos terminó enterrada literalmente bajo una capa de mantas y almohadas. -¡¡ROBERT!!- gritó desde abajo girándose desesperada pero sin poder escapar en primer minuto. Maldijo en voz alta mil veces aunque luego se quedó así al sentir que el se movía. No quería dar la imagen de hermana pervertida así que lo dejaría vestirse en privado. No era que no fuera una pervertida, pero demostrárselo a Robert podría costarle muy caro más cuando moría de hambre... Y ya volvía a sonarle el estómago.

Cuando lo escuchó salir ya pudo liberarse de todas esas tapas y mientras tiraba todas las almohadas al piso en venganza miro por un segundo hacia el mar pensando en que tenía muchas ganas de ir a playa ese día. Pero primero lo primero, volvió por el pasillo del que había llegado y tocó una puerta que estaba oculta por allí. -¡Danteeee! ¡Ya nos tendrán la comida!- señaló casi emocionada luego de tocar la puerta con insistencia aunque no se quedó esperando a que el chico saliera y se fue casi corriendo detrás de Robert en dirección a la cocina. El lugar era bastante amplio y tomó asiento en una de las sillas de la mesa de la cocina mientras se relamía los labios esperando el alimento. -¡Qwinki Ravens! Perfecto...- comentó nada más ver los cereales de colores y tomar el bol que le correspondía para disponerse a comer. -Ittadakimasu~- dijo antes de probar al menos una cucharada esperando que Dante se dignara a aparecer pronto, nunca habían tenido problemas viviendo con él así que lo trataba como si fuera de la familia. Aunque el ciertamente trabajaba para ellos en más de un modo.

por Invitado Lun Abr 02, 2012 5:29 pm

Se levantó de madrugada caminando algo dormido hasta el cuarto de baño en donde echó a correr el agua de la regadera y se quedaba mirándola un momento, lo primero que hiso fue meter la cabeza bajo la fría lluvia de gotas, era lo único que podía despejarle el sueño de manera efectiva, segundos después dejó que el agua le recorriera todo el cuerpo, iba a ser un día de trabajo como todos los sábados pero hoy se tomaría el lujo de comenzar todo después de desayunar, se alisto con un vestuario simple como era de costumbre poniéndose un par de los zapatos de cuero grueso para terminar agarrando un par de guantes y colocarlos en uno de los bolsillos del pantalón, salió de su habitación en silencio, evitando cualquier ruido y sus pasos se dirigieron rumbo a uno de los cuartos más lejanos de la casa.

Era un cuarto pequeño con serrín y raspados de manera en el suelo y las paredes pintadas de gris, resguardadas por altos muebles metálicos en donde dejaba cada piezas de decoración hechas por él mismo y en otro lado de estos, algunas esculturas inacabadas o descartadas. Un par de estantes se ubicaban cerca de la mesa de trabajo en donde guardaba todo tipo de herramientas y libros de carpintería. Se sentó en una banqueta frente a la mesa de rústica madera en la cual encendió una lámpara para terminar de barnizar una de sus últimas creaciones, momentos después pudo acabarla y se quedo sentado observándola fue en eso cuando sintió el tocar de la puerta seguido de otros golpes mucho más evidentes y a lo cual se puso de pie y comenzó a dar una rápida limpieza al lugar antes de ir al encuentro con ellos.

-Buenos días- Saludó ya en la cocina viendo por un momento a los presentes y caminando directamente a echar a andar la cafetera mientras buscaba una taza en especial en la despensa -¿Alguien quiere algo de café?- miró de soslayo a ambas personas y se volteo nuevamente en el instante en que este ya estaba preparado.

por **Gilbert Nightray** Mar Abr 03, 2012 3:02 am

Una vez que estuvieron presentes, se sirvió leche sobre su plato de cereal y ahora, más despierto comenzó a preparar waffles con frutilla para el desayuno, al tiempo que llenaba la cuchara de cereal y comía. - Yo te aceptaré una taza de café.... Me siento adormilado - prepara jugo de naranja y sirve el desayuno colocando los platos en la mesa y uno en una bandeja, agregando a esta última un vaso de jugo y un plato con cereal. - Alimentaré a la consentida (?) - se llevó la bandeja hacia el amplio estanque que nacía en el suelo de la sala, unos escalones debajo de la cocina sentándose a la orilla colocando la bandeja a su lado - ¡Andy! - gritó dirigiéndose al estanque esperando que la susodicha se hiciera presente. - ¿Qué les parece si organizamos una carne asada en el jardín hoy? Tomemos un día de descanso... - dirigiéndose a los de la cocina mientras bebe un trago del jugo de naranja.

por **Ariadne Barma** Mar Abr 03, 2012 8:11 am

El ver llegar casi listo para trabajar a Dante le hizo fruncir el ceño, ese hombre no disfrutaba de la vida o de un día de descanso, aunque no podía negar que su trabajo como jardinero era algo que le agradaba y mucho para observar. -Buenos...- dijo por lo bajo casi atragantándose con el cereal en forma de letras. Le gustaba porque la A misma era de color rojo y era uno de sus colores favoritos, aunque se había acostumbrado a verlo en su cabello y ojos todos los días en el espejo, seguía siendo de su preferencia y no se cansaba de admirar el rojo vivo en otros objetos. -Yo también cafeína, por favor...- pidió sintiendo aun el leve mareo por no haber dormido del todo bien.

Sintió el olor de los waffles y se apresuró en terminar su cereal preguntándose de que sabor serían ese día, sencillamente envidiaba a todo aquel que supiera cocinar y sobrevivir con eso. Era un don del que ella carecía por completo y ni quería recordar los intentos fallidos que había tenido desde tiempos inmemoriales. Vio como su hermano se dirigía al fondo de la cocina donde estaba un estanque bastante amplio con agua traída por una cañería desde el mismo mar. Allí estaba la preferida de su hermano y eso a veces le molestaba, aunque claro, las mascotas no faltaban.

Desde el otro lado del estanque la bella mujer se levantó del agua y le sonrió dulcemente a Robert mientras tomaba los platos que le dejaba relamiéndose sus labios rosados a pesar de su piel blanquecina y que daba reflejos de todos azules y verdosos, adorable a la vista sin duda como era la chica en todo su esplendor.-Gracias y buen día Rob~- "Buen día Rob" Bah... pensó con molestia Sam mordiendo la cuchara, nunca había entendido del todo la fascinación de su hermano por Andy como la llamaba de cariño, e incluso ella se había terminado llevando bien con Andrómeda aunque no podía evitar verla con recelo cada vez que estaban cerca. Probó los waffles y se le hizo más agua a la boca sin poder dejar de comer hasta casi acabarlos, fue cuando se bebió el jugo casi de un solo trago y sonrió más que satisfecha. Podría comer la comida de Robert toda la vida y no se aburriría, o eso aseguraba. Apenas escuchó la idea de carne se le iluminaron los ojos, él le había leído el pensamiento. -¡Yo quiero! Muero de ganas de comer carne asada- señaló nuevamente sintiéndose en la gloria, al parecer ese día iba más que bien.

Se levantó estirándose en la silla. -¿Quieres que matemos algo en especial o ir a comprar carne?- preguntó preparándose mentalmente para todo lo que pensaba comer y disfrutar esa jornada, solo esperaba que Dante no se hiciera el amargado, el trabajo podía siempre esperar, ¿no? Se volvió a sentar al cabo de un segundo, se sentía extrañamente hiperactiva pero a la vez con sueño, así que el café la iba a tener que revivir.

por Invitado Jue Abr 05, 2012 1:01 am

Mientras calentaba agua en el hervidor sintió una leve sorpresa ya que era una de las pocas veces en que ambos lo acompañarían bebiendo una taza de café ya que estaba acostumbrado a la negativa por parte de ambos. Vertió el café concentrado en una jarra corta de cerámica y se volteó a dejar tanto el agua recién hervida como esta sobre la mesa y mientras que en silencio escuchaba los comentarios de ambos hermanos sacó de la despensa un par de tazas más y las dejó igualmente sobre la mesa, parecía perdido en sus pensamientos finalmente dejó el azúcar y el endulzante natural y alzó la vista por un momento ladeando la cabeza de forma sutil ante el último comentario de la muchacha.

-¿Día libre?... Hoy se suponía que debía podar los cardenales y desmalezar algunas cuadrillas de flores- comentó sentándose en la mesa, cada actividad iba a tardarle al menos toda una mañana considerando la dimensión del lugar, pero eso no le desmotivaba en lo más mínimo.

-Por cierto el árbol de manzanas ya está en cosecha- platicó mientras se vertía café y agregaba el agua caliente -Por lo que traeré algunas manzanas más tarde-Se levantó nuevamente a coger las cucharillas de café que había olvidado. Ya había pasado medio año pero aún no estaba acostumbrado del todo a que la familia lo incluyera en sus actividades y ese día no era la acepción,

por **Gilbert Nightray** Vie Abr 06, 2012 8:02 am

Se levantó del suelo dejando el desayuno ahí y se dirigió nuevamente a la cocina con los demás. Se acercó a tomar una de las tazas de café y agradeció al chico al tiempo que tomaba asiento en uno de los bancos y terminaba su desayuno sin prestar mucha atención a sus pláticas. Bostezó adormilado recordando el buen sueño que había tenido aquellas pocas horas que había podido dormir; se frotó los ojos y se dirigió hacia ellos una vez que hubo procesado su conversación con lentitud.

- Oh, vamos Dante... Te hace falta descansar, hemos estado trabajando toda la semana y tomarnos un día libre no hará tanto daño. Si gustan pueden invitar a quien quieran y hacemos un asado en el jardín, y sirve que presumimos tu trabajo (?) - bebe el café de un solo sorbo sintiendo el calor recorrerle la garganta. - Podemos matar a alguna de esas ovejas molestas que manda alguien a comerse nuestros pastizales. - frunce el ceño fulminando al infinito con la mirada - Pueden tomarlo como una advertencia. - Una vez terminado su desayuno, recogió los platos sucios y los lavó, dejándolos a secar y girándose nuevamente hacia ellos - Vamos ¿qué dicen? ¿Un rato?

por **Ariadne Barma** Dom Abr 08, 2012 5:11 pm

Se iba a preparar el café cuando Dante dejó las cosas en la mesa, normalmente no lo bebía en las mañanas, sino en las noches. Pero como se había amanecido y madrugado dudaba resistir sin algo de cafeína recorriéndole el cuerpo. –Amargado…- comentó vagamente mirando de reojo al amigo de su hermano que en vez de pensar en día libre quería llevarse cuidando el jardín, ese tipo de cosas con su ser dado a la vaguedad no lograba entenderlas, porque ella sinceramente prefería no hacer nada de trabajo si es que le daban la oportunidad.

-Manzanas… Genial- repitió sonriendo para sí misma, ya sabía del gusto del chico por la fruta y usualmente lo amenazaba por lo mismo. Tomo una cuchara cuando se la ofrecieron y llenó la taza de la cafeína. –Yo estoy de acuerdo con el asado en el jardín, el aire se llenará del olor de la carne- se quedó meditando unos segundos en el sabor de la carne asada y se relamió los labios, aunque ya se había comido un suculento desayuno, sabía que tenía espacio para comer más. –¡Oh! ¡Esos bastardos! Esta semana iré a investigar… Arcturus y Orión quieren galopar.- señaló por lo bajo más para si misma que para esos dos. Sabía que Rob no estaba de acuerdo a que se metiera en líos, pero esas mugrosas ovejas se habían metido en sus terrenos y había que defender el pasto de sus vacas y caballos.

–Yo ya dije que si hace horas, solo falta que el señor de las flores diga que si…- a veces no sabía porque intentaba hacer enojar a Dante, o ver el ceño fruncido de Robert, pero parecía su deporte. Se levantó de su asiento luego de beber el café y llevó su plato y taza al fregadero. No sabía cocinar pero si había algo que sabía hacer y no le molestaba tanto (A menos que se cortara por error) era lavar la loza. Y la lavó con rapidez y con el talento de un maestro, lástima que lavar platos era algo que cualquiera podría hacer, así que no podía sentirse orgullosa de hacerlo.

por **Gilbert Nightray** Dom Jul 01, 2012 12:42 am

Suspiró pesadamente con frustración. A veces hablar con Dante era como hablar con un cactus ignorador. Le restó importancia al asunto, igual había tenido el apoyo de su hermana y estaba más que seguro que si Dante se tomaba su tiempo, los acompañaría un momento más tarde.

Se dirigió hacia Sam tomando un cuchillo de cocina - ¿A quién quieres que cocinemos? - dijo en tono malicioso mirando por la ventana hacia las ovejas intrusas que solían meterse a sus campos sin autorización alguna. - Al parecer nos encargaremos de la comida tu y yo... - miró a Dante de reojo - a menos que terminemos cocinándolo a él ... para que así al menos coopere con la comida familiar - susurró esto último dirigiendo el cuchillo en dirección al chico un momento para bajarlo y mirarla nuevamente - Si quieres invitar a alguien, cítalo un poco tarde porque tenemos que ensuciarnos primeramente las manos. - señaló hacia afuera por la ventana con un movimiento de la cabeza y se apartó de la cocina dirigiéndose por sus herramientas de tortura, dejando al solitario Dante ahogándose con su café.

por **Ariadne Barma** Dom Jul 01, 2012 3:05 am

Cuando vio el cuchillo por el rabillo del ojo sonrió divertida mirando a su hermano. -Mhm... Hay tantas posibilidades, pero quiero carne rica, no cualquiera~- dirigió entonces la vista hasta donde miraba Rob y pudo percibir claramente cual era su idea. -Cordero, suena bien...- asintió cuando le mencionó lo de la comida y suspiró, Dante vivía en una frecuencia diferente y como ella no era tan sociable, el chico era más amigo de su hermano que suyo.

-¿Carne de Dante?... Seguro, ¿Tendría sabor a fruta y a flores? Jajaja- rió por lo bajo y se secó las manos en la camisa de Rob. -Ya sabes que no tengo muchos amigos... Pero veré si encuentro el número de alguien en mi lista de posibles futuros mejores amigos.- sonrió amargamente y lo siguió hacia afuera tomando otro cuchillo y llamando a Draco para que le hiciera compañía. Andy seguro se la pasaría bien dentro de su estanque y no tenía problema mientras desayunaba. -Shhhh... a callar- le dijo al lobo que se había pegado a su pierna gruñendo por un segundo, como si supiera que ella más un cuchillo era algo de temer.

-Rob, ¿Como traeremos un cordero? ¿Arrastrando? Uno gordo por supuesto.- Comentó mirando a todos lados, que parecían los dos hermanos armados y preparados para destajar un pobre animal. Todo fuera por una deliciosa y nutritiva comida que tendrían esa noche. Hace tiempo que no mataban algo para comer, era más fácil ir y comprarlo en alguna tienda aunque para eso tenían que salir de la granja.

por **Gilbert Nightray** Dom Jul 01, 2012 3:25 am

Se llevó la mano a la camisa dándose cuenta de que su molesta hermana se había limpiado las manos ahí dirigiendo la mirada hacia ella con el ceño fruncido. Escuchó al lobo gruñirle y se unió a él bromeando. Si, definitivamente su hermana y un arma eran una mala combinación si no se quería tener inconvenientes.

Caminaron hacia el jardín dirigiéndose hacia los terrenos que rodeaban la granja, que seguían siendo de ellos pero que esos desgraciados animales seguían invadiendo. Alzó la vista al cielo grisáceo anunciando una posible tormenta mientras la brisa del mar se tornaba en una corriente fría que le recorrió el cuerpo haciéndolo temblar. De hecho el día parecía lo suficientemente tenebroso y misterioso añadiéndose al hecho de ir por los campos con armas y con su desquiciada hermana con la intención de asesinar cosas... Pero eso, ya era cosa de todos los días, casi.
Siguió caminando junto con ella hacia la gran cantidad de corderos frente a ellos - Tu lo cargarás de regreso... ¿Cuál será el afortunado...? - buscó con la mirada algún cordero que fuera de buen tamaño y que se viera lo suficientemente apetitoso.

por **Ariadne Barma** Dom Jul 01, 2012 3:53 am

Ignoró olímpicamente su ceño fruncido, Rob no le daba miedo, no tanto al menos como para dejar de molestarlo cada vez que pudiera. Pero frunció el ceño ella cuando escuchó que también le gruñía. -¡A callar tu también! Te voy a ayudar- lo apuntó con el cuchillo y luego lo bajo cuidando de no enterrarlo en un ojo de Draco que la seguía desconfianza.

El día era perfecto para asesinar, sobretodo por el frío que hacía y por las nubes oscuras que se acercaban. Quería que lloviera, así podría salir a mojarse aunque la regañaran, nada mejor que quedar empapada por la lluvia para animarle el día como se debía. Eran muchos corderos, seguro no notarían la falta de uno. La pregunta era en que parte de toda esa lana tendrían que apuñalar para matarlo sin que sufriera mucho. -Mhm... Si me ayudas a cargarlo yo te mando a hacer un sweater con la lana para que dejes de robarme el mío.- le sacó la lengua y luego se dispuso a escoger.

Había uno especialmente grande y de blanca lana. Era perfecto. -Ese- señaló con el cuchillo sonriendo como loca. Nada novedoso en ella, por algo le habían dado el papel de la pelirroja sangrienta. -Esperemos que no nos acusen de la falta de uno, y que se los lleven lejos de una vez. Aunque no me molestaría comer cordero seguido...- se acercó a paso lento con Draco a un lado de ella. -A todo esto... ¿Sabes matar una... oveja?-

por **Gilbert Nightray** Mar Jul 03, 2012 7:19 pm

Miraba la escena criminal frente a él; todo un campo de algodón maloliente e invasor se alzaba frente ellos. Ganas le sobraban de avalanzarse sobre todo ese montón de corderos y cazarlos de modo salvaje pero volviendo a la realidad... eso sería bastante extraño. Reprimió sus instintos perturbadores y gruñó levemente al escuchar la idea del nuevo sweater. - No quiero otro sweater... Ese es mío - la miró entrecerrando la mirada señalándola con el cuchillo - Tu consigue tu propio Sweater...

Caminó sigilosamente hacia los corderos observándolos detenidamente, calculando las porciones de carne que obtendrían de cada una, para decidir cuál les convenía asesinar. Pensó de pronto en la posibilidad de calcular la circunferencia de los corderos... pero ese pensamiento fue interrumpido por la voz de su hermana, quien señalaba a un exageradamente grande cordero, perfecto para la ocasión.

La miró hablando en un tono bajo pero audible y monótono - primeramente... tenemos que atacar las extremidades.... - miró al lobo, ya que él no podía ir a morderle las patas al cordero - ... y después - le mostró el cuchillo afilado acercándoselo al cuello - atacamos la yugular... para después decapitar. - a lo lejos, por el firmamento del océano a sus espaldas un relámpago hizo eco al momento macabro anunciando una próxima tormenta eléctrica.

Off: Esto es de lo más bizarro que hemos hecho on-rol...

por **Ariadne Barma** Miér Jul 04, 2012 8:43 am

-Me lo regalaron a mí! Búscate el tuyo pero no será éste- le devolvió el gruñido y lo volvió a apuntar con el cuchillo protegiendo su super sweater de su país de origen. Luego de ese intercambio de infantilismo al fin llegaron cerca de los malditos corderos. No era tan difícil escoger cuando querías comer mucho, y eso fue precisamente lo que había hecho, allí tenían casi frente a ellos y sin notarlo a la futura invitada estelar de su almuerzo.

-Extremidades, entendido...- asintió al notar que se dirigía también a Draco que los ayudaría en la caza de un indefenso corderito. Un ligero escalofrío la recorrió cuando escuchó el trueno luego del relámpago teniendo el cuchillo cerca del cuello. -C-comprendido... Por un segundo me sentí oveja.- suspiró pesadamente volviendo a su expresión seria. Después de todo era el escenario perfecto para cometer el dichoso crimen. Así que cuando se sintió preparada sostuvo el cuchillo con firmeza en su mano y se acercó unos pasos más.

El lobo aun a su lado parecía estar esperando instrucciones, claramente el también percibía como su dueña, el olor a carne fresca y a una suculenta comida más tarde. Ella se agachó a su lado y lo tomó por el lomo para susurrarle las instrucciones en un idioma secreto con el que lo tenía técnicamente amaestrado y cuando un nuevo relámpago iluminó el cielo, antes de que sonara el trueno que le seguiría, el gran lobo se lanzó contra su presa que soltó un balido adolorido cuando le hirieron las patas traseras un conjunto de garras y colmillos.

-¡Jajajaja ese es mi Draco! ¡Rápido! ¡¡Rob!!- animó a Robert para que se acercara, tenían que evitar que alarmara a las demás entre tanto grito, así que se lanzó ella a agarrarla como podía del lomo para que su hermano tuviera el placer de degollar al animal y que se desangrara de una vez por sobre el verde y hasta ahora inocente pasto.

Off: Conociéndonos le pondré restricción de edad al tema (?) Por seguridad.

por **Gilbert Nightray** Vie Jul 06, 2012 5:55 am

Las nubes comenzaban a tornarse poco a poco más negras y la brisa arrastrada desde el mar comenzó a alborotarles el cabello como sabiendo del crimen que se avecinaba sin poder hacer más que despeinarlos.

A pesar de haber vivido años rodeado de animales, incluyendo su hermana, y de estar consumiendo los propios recursos que ellos producían, la verdad era que la carne nunca la habían conseguido de esta manera... Y sinceramente, le parecía más divertida esta manera de hacerlo. Se agachó un poco, alerta mientras veía al lobo lanzarse sobre el animal, hiriéndolo. El lobo logró desgarrar los tendones del cordero y el berrido del animal resonó en los campos, ahuyentando a los demás corderos.

Sonrió levemente con un aire un tanto salvaje ante el llamado de su hermana, acercándose junto con ella al agonizante animal. El estruéndo de un nuevo rayo acompañó casi armónicamente la risa macabra de Joh y los alardidos aterrados de los corderos. Perfecto... ahora habían infundido el miedo entre ellos como advertencia del trato que obtendrían al visitar sus tierras. Los rayos comenzaron a hacerse más constantes ahogando el sonido de los gritos del animal y los relámpagos iluminaban el cielo grisáceo, lo único que hacía falta para motivar aquel asesinato sería un poderoso lamento irlandés interpretado por la poderosa gaita... Aunque no todo podía ser tan perfecto.

Se abalanzó sobre el animal aprovechando que lo habían sujetado por el lomo para presionar su peso sobre el del cordero, haciéndolo caer sobre el verde césped; un lugar digno para morir. El animal se retorcía con dolor por lo que le sujetó con fuerza del hocico evitando que hiciera más escándalo y lo aplastó bajo su peso. Atrapado y herido sería difícil que pudiera escaparse, además... ya había sido nombrado como el platillo principal de aquel día.

Comenzó a llover con fuerza pero eso no lo detendría de llevar acabo su trabajo. Tomó con firmeza el mango del cuchillo acercándolo peligrosamente hacia el cuello del cordero ignorando las gotas de lluvia golpeándolo con violencia en el rostro. No dudó un instante y comenzó a hundir poco a poco el cuchillo en aquella aglomeración exagerada de lana hasta llegar a su piel... Excelente. Presionó el fino borde de la navaja en la rosada piel sintiendo cómo poco a poco sus tejidos comenzaban a desprenderse uno a uno en un agonizante segundo. Hizo fuerza atravesando con un ruido sordo el músculo del cuello del animal para desgarrarle así el tendón y destrozarle la arteria principal, la cuál reaccionó a esto con una exagerada salpicada de sangre. Se manchó no solo la mano, sino también el rostro y la camisa, dándole un aspecto más sangriento al asunto. - ¡Muere! – le gritó al desangrado animal que gemía en plena agonía al son de la lluvia. Alzó la mirada hacia su hermana, con el rostro manchado y le sonrió con malicia - ¿Prefieres degollarlo mientras siga con vida o esperamos a que se digne a morir?

por **Ariadne Barma** Vie Jul 06, 2012 4:44 pm

Pensó algo tarde en que debía haberse puesto algo en el cuello porque las frías ráfagas de viento parecían atravesarle el cuerpo. En otra ocasión lo hubiera notado y reclamado pero justo en estos momentos la idea de asesinar a un indefenso pero muy molesto animal le parecía mucho más interesante y digna de hacer realidad.

Draco no había tardado en cumplir su tarea a la perfección y aun ahora tenía al animal fuertemente agarrado y le destrozaba las piernas con sus fuertes colmillos. Desde la posición en la que había tomado a su futura comida podía sentir la lana tibia contra su mejilla y el corazón de la criatura correr desbocado, dentro de su pecho, como si con esos latidos desesperados pudiera salvarse de la inminente muerte. Por un segundo recordó al personaje que tenía que representar y sonrió malignamente, la verdad era que estas partes eran las que menos le costaba "actuar".

Sin embargo, ver a Rob actuar tal cual la bestia que era a veces, le hizo sentir un escalofrío en su espalda que luego se difuminó al ver el perfecto corte y el chorro de sangre que había salido del cuello de la oveja. Ella que por su parte se mantuvo sosteniéndolo por el lomo y el costado que quedaba a la vista desde que su hermano lo había hecho caer. Y entonces con el resplandor de un relámpago, siendo seguido por el trueno, la lluvia que habían esperado toda la semana se dejó caer desde el cielo. Sus risas volvieron a llenar el lugar, era le emoción y excitación por el primer asesinato que cometía en compañía en su vida. Y con una sonrisa de lado a lado pudo ver su rostro manchado en sangre y asintió más que animada. -Eres tan cruel Nii-san... Tienes que ser piadoso de vez en cuando~-

Se sentó como pudo sobre el cuerpo de la comida y tomando el cuchillo firme entre sus dos manos lo clavó sin dudarlo a un lado de la herida que había provocado Rob. La sangre esta vez los salpicó a los dos y ella comenzó con la carnicería. -Vamos a quitarle la cabeza y la mandaremos a... Embalsamar? Será un buen adorno para... Nuestro rincón de cacería.- Mientras hablaba movía el cuchillo como si se tratada de un trozo de carne e iba abriendo el cuello hacia un lado para arrancarle la cabeza. Aunque sin duda aun lo podía escuchar quejarse. La verdad era que no existía ese rincón, pero ya estaba planeando como lo iba a adornar cuando lo tuvieran. Sería una forma de mostrar trofeos y asustar a los visitantes. Sin dejar de mover las manos siguió destajando el pelaje grueso junto con la carne viva que seguía dejando el pasto con un charco de un color oscuro.

-Mhm.. T-tal vez deberíamos atacar su corazón, p-para acabar con su agonía.- comentó con la voz agitada por el esfuerzo, la escena era digna de una película sangrienta. Los dos hermanos manchados de sangre, el pelaje de la oveja que se estaba volviendo rosado en partes por la mezcla entre la sangre y la fuerte lluvia, los truenos y relámpagos acompañándolos en su tarea. Se secó con una mano el rostro para ver mejor, pero solo logró mancharse más con la sangre y miró a su hermano volviendo a reír por la fechoría que estaban cometiendo. Luego observó unos segundos a Draco que se había adueñado de una pierna y la mordisqueaba como si no estuvieran presentes los dos humanos.

por **Gilbert Nightray** Jue Jul 12, 2012 10:09 pm

Miraba aquella escena con la respiración marcada, con las manos cubiertas de sangre y temblorosas al observar a aquel animal agonizante que perdía la vida que ellos le habían arrebatado. El nuevo chorro de sangre le cubrió el rostro por completo a lo cuál se pasó el antebrazo por el rostro. Maldijo al aire al ver su camisa manchada al igual que el rostro y las manos de su hermana, sería difícil de limpiar aquel desastre.

Con atención miró a su hermana comenzando a destajar la piel del animal para desprenderle la cabeza. - ¿Desde cuando tenemos un rincón de cacería? - clavó la vista en el animal y se relamió levemente el labio, escupiendo al instante al probar el amargo sabor de la sangre. Se abalanzó sobre el cordero haciendo un poco al lado a su hermana para ladear el cuerpo. La escena se volvía indudablemente cada vez más sádica y sangrienta pero una vez que empezaron esto, tenían que terminarlo.

Tomó nuevamente el cuchillo con firmeza acercándolo peligrosamente hacia su corazón. Sintió por un momento haber perdido la razón y dejarse controlar por alguna bestia interna.. o algo así al mirar lo que había provocado. Estaba seguro que el alma del animal y la culpa lo perseguirían por el resto de su vida... Podía escuchar ya las voces reclamándole en su mente, pero únicamente lo hacía para alimentar a la familia, así que supuso que no estaba mal. Con más seguridad y sin pensarlo más clavó con un ruido sordo el filoso cuchillo penetrando la piel del cordero hasta atravesarle el aún palpitante corazón.
El animal respondió a esto con un movimiento brusco ensordeciéndolos con un agonizante gemido de dolor para después yacer inmóvil bajo sus cuerpos, bajo la lluvia que luchaba por borrar aquella roja evidencia de sus rostros. Se quedó contemplándolo por un momento. - Ten cuidado de no destrozarlo... o no tendremos comida. - se quitó de encima sacudiendo la cabeza para eliminar las gotas de lluvia y de sangre mezclada de sus ojos dejando caer el cuchillo a su lado. Se agachó tomando al animal por las extremidades y con trabajo colocándoselo por encima de los hombros y levantarse. - Vámonos... ya tenemos nuestra presa.

por **Ariadne Barma** Lun Jul 16, 2012 4:45 pm

Estaba concentrada en arrancarle la cabeza, claro que costaba, sobretodo cuando te encontrabas con algún punto especialmente duro, así que ahora aunque la tormenta estaba sobre ellos y el viento frío les había congelado los huesos, ella tenía calor. Suspiró viendo como se elevaba el vapor de entre sus labios, podía sentir el sabor de la sangre en la boca desde que había terminado toda manchada, pero el sabor en si no le desagradaba, aunque seguro preferiría otra sangre de probar... Mejor dejaba de distraerse o volvería a casi cortarse un dedo como le había ocurrido más de una vez, de hecho estaba casi segura que el ardor en el índice era un corte que se había hecho mientras le separaba la cabeza del cuerpo. En eso escuchó a Robert y se detuvo para mirarlo, sin imaginar la perturbadora escena que era verla manchada de rojo, con sus cabellos igualmente rojo furioso y sus orbes carmín. Una oda al rojo sangre, literalmente.

-Claro que no tenemos, pero si seguimos matando ovejas podríamos hacer colección, ¿No?- sonrió pérfidamente e iba a seguir cortando pero el chico la apartó. Bufó enojada y dejó el cuchillo también manchado sobre el verde pasto y vio como le terminaban de quitar la vida al ovino. Verlo dar sus últimos movimientos y gemidos le hizo meditar un segundo en lo que acababan de hacer, sintió al fin el hielo en la espalda y la culpa incipiente en su pecho, eran asesinos, sangrientos y crueles. Pero se resignó sabiendo que todos hacían lo mismo para comer, y que claro, no era la primera oveja que se mataba sobre la faz de la tierra. -Casi quedé sorda...- comentó intentando calmar el tenso ambiente. Y asintió ante la orden de Rob, volviendo a tomar el cuchillo terminó de separar su piel y los huesos del cuello que habían quedado reducidos a pedazos sangrantes. La cabeza con los ojos abiertos había quedado técnicamente intacta aunque algo manchada.

Pero la otra bestia presente no estaba contenta aun y mientras ella se levantaba con la cabeza en mano y la sangre aun escurriendo al piso, Draco terminó de arrancar una de las patas traseras y se alejó con su presa dándoles a entender que era su pago por la ayuda prestada. -Creo que es mejor que lo deje ir... Con tanta sangre encima seguro intentaría comernos también.- comentó vagamente y vió como Robert cargaba con el animal muerto. -Mhm... Espero que tengas otra camisa Nii-san, esa ya quedó para el recuerdo.- señaló mirando como había quedado su hermano y suspirando por la carnicería que acababan de realizar.

Al menos las gotas de gruesa lluvia limpiarían el pasto manchado, las otras ovejas se habían perdido lejos luego del alboroto de la que había caído en las manos de los hermanos Lanielle. Y el cielo oscuro, junto con la fría lluvia fue lo que les hizo compañía mientras regresaban a la casa. -¿Lo llevamos a la cocina entonces?- preguntó caminando detrás de Rob sin poder evitar quedarse mirando el cuerpo inerte que cargaba sobre sus hombros. Y la cabeza, la parte tétrica era que pasarían bastantes noches en que creería que aun el animal la estaba observando, pero era el precio que tenía que pagar por haberle robado la vida a la criatura. -Aun con toda la sangre... Tengo hambre...- comentó moviendo la cabeza de un lado a otro intentando quitarse con eso las gotas de agua rojiza que intentaban entorpecer su vista. Tal vez debería haber tomado una foto, aunque sabía como las odiaba su hermano, pero era un momento para recordar si lo pensabas con algo de crueldad. El primer paso ante la liberación de sus campos de pastizales de esos molestos animales que querían robarles lo que era suyo.

Al parecer su estómago era más poderoso que su moralidad, así que mientras seguía caminando imaginaba que tantos platos se podrían hacer con carne de cordero. -Rob, ¿Cuantos platos diferentes con cordero sabes hacer?- hizo la pregunta más trivial que le venía a la mente mientras entraban en la casa de nuevo, y escondió la cabeza en su espalda para darle la sorpresa a Andy a ver que opinaba de su presa, le encataba molestar a ese pez acosador de hermanos mayores. Sobretodo si con eso lograba que Andrómeda dejara de poner idiota al pelinegro con cada pestañeada en su monstruosamente adorable rostro, "Hombres idiotas, siempre lo mismo". pensó más por envidia de que una mugre sirena pudiera tener a todos embobados, cuando ella no lograba atraer a algo que no fueran cuchillos.

por **Gilbert Nightray** Sáb Nov 10, 2012 5:57 am

Cada paso que daba hacia la casa se le dificultaba cada vez más pues la lluvia se hacía más intensa, distorsionándole la vista en su camino, además de su espalda comenzaba a gritarle a manera de punzadas que el animal estaba incrementando su masa de la nada, o al menos eso sentía él. Se acomodó mejor el animal sobre sus hombros de manera que pudo sostenerlo mejor y sin mucho esfuerzo para continuar así su camino, abriéndose paso entre la corriente de viento y agua helada frente ellos. - Hay... varios platillos..... que se podrían preparar como.... asado, costillas, estofado, sopa... - se encogió de hombros pensando mentalmente en unos cuantos platillos más, aunque no sabía cuál de todos ellos deberían probar esa tarde. La sangre del cordero se derramaba por sus hombros y se esparcía con ayuda de la lluvia por toda su camisa, que alguna vez fue blanca.

Una vez que llegaron a la casa dio una patada a la puerta para abrirla y ladearse un poco para entrar por esta con el animal en sus hombros. Al pasar al lado de uno de los cristales de la entrada se miró, iluminado por un relámpago a su espalda, sintiendo un vuelco en el estómago al mirarse. Vio a un chico empapado, no solo de agua, sino de sangre; sangre de un ser vivo que acababa de asesinar con sus propias manos; su camisa que solía irradiar blancura ahora era tan opaca que difícilmente parecía la que se había puesto hacía apenas un par de horas y por un momento desconoció incluso su propia mirada tan parecida ahora a la de un asesino. Sacudió rápidamente la cabeza perturbado, intentando quitarse esa imagen de la mente así que dirigió su atención a su loca hermana, quien intentaba asustar a Andy. - Déjala en paz, eso es de mal gusto - comentó para dirigirse a la cocina y colocar de un golpe sordo el cordero sobre la mesa. Se arremangó la camisa sobre los codos y buscó un poderoso cuchillo, llenando todo de sangre a su paso.

A pesar de no ser carniceros, afortunadamente y gracias a su curiosidad científica había comprado una gran colección de utensilios y cuchillos para esos tan esperados cortes que en su interior deseaba realizar. Tomó el cuchillo elegido, muy parecido a un hacha y se dirigió hacia el cordero, abriéndolo bruscamente de patas. - Ayúdame con esto... - llamó a su hermana mientras examinaba el animal. Jamás había hecho esto antes así que no sabía por dónde comenzar ni cómo obtener la carne del animal, pero estaba claro que la piel era algo que le estorbaba para su cometido así que presionó el filo de la cuchilla sobre la punta superior del esternón abriendo su piel con facilidad. Fue haciendo lentamente un corte casi fino a lo largo del cuerpo para después extender el corte hasta las extremidades. Su falta de experiencia entorpecía sus movimientos además de que no se había preparado para la sangre, órganos e intestinos con los que ahora se enfrentaban. Maldijo al aire y clavó la vista en el cadáver, tan solo mirándolo fijamente por lo que le parecieron horas.

Sin prestar atención a lo que hacía su asesina compañera, lo tomó por la cola y con ayuda del cuchillo y las uñas, comenzó a levantarle el pellejo al animal, no era fácil aquella tarea por lo que se subió a la mesa y apoyó las rodillas sobre la piel como punto de apoyo para así jalar con fuerza, desprendiéndola poco a poco.- T-tenemos... que quitarla la sangre.... y la grasa... a la carne... - se limpió la frente con el antebrazo manchándose aún más de sangre mientras hacía el esfuerzo de seguir despellejando al cordero. El hambre le había desaparecido por completo y dudaba en querer comer durante algunos días o incluso semanas.

Se apartó del animal ya cansado y comenzó a cortarle las extramidades y destajarlo bestialmente sin atención ni precisión, tan solo quería quitarle la carne de una vez y quitar esa cosa de la mesa... y darse un buen baño.

por **Ariadne Barma** Vie Nov 16, 2012 2:11 pm

Asado, costillas, estofado, sopa… Ah, todo sonaba tan bien. Y estaba segura de que si Rob lo cocinaba, entonces sería una delicia. Luego de acercarse a la fuente dentro de la cocina donde estaba Andrómeda descansando en una orilla le sonrió con su expresión de asesina loca, porque aun seguía con el rostro y la ropa cubierta de sangre. -¡Andy! Te tengo un regalo, a que no adivinas qué es~- su sonrisa era todo menos sana y la sirena la miró con otra sonrisa aunque algo perturbada de ver a la niña roja cubierta de más rojo de lo normal. -¿Qué es Sam? ¿Por qué están tan manchados los dos?- preguntó más por curiosidad apoyando los brazos en las baldosas cercanas a su alberca personal. E iba a llevarse la sorpresa de su vida cuando Robert regañó a la niña y ella resignada le lanzó una maldición. -Amargado, no le iba a hacer nada…- suspiró y miró a Andy un segundo, luego a la figura de Rob con el cordero en la mesa y rió como perfecta mala de película antes de mostrarle de golpe la cabeza a Andrómeda.

-Bee-ee-eeh!- El grito femenino y el chapoteo del agua no se hizo esperar. Seguro Andy iba a tardar en confiar de nuevo en la pelirroja pero -Jajajaja esto no tiene precio, la usaré para asustar a los que vengan.- tarareando luego dejó la cabeza sobre una de las mesas de la cocina, así seguro lograba espantar a mujerzuelas. Y luego fue hasta donde estaba Robert intentando despellejar y permitir que sirviera de algo ese cordero. Después de ver como lo abría por la mitad, ayudó tirando con la mano de las patas para que terminara de abrirse el cuerpo, con el crujido de huesos y las vísceras haciendo aparición. Por primera vez se le revolvió el estómago.

-Puaj… Que asco- tembló completa con un escalofrío en su espalda y luego buscó una olla grande. Haciendo literalmente caso omiso a lo asqueroso que estaba por hacer con uno de los cuchillos afilados pero finos comenzó a quitar las vísceras de dentro del animal. Pronto tuvo los intestinos en la mano y con una expresión de asco los fue dejando en la olla que pronto se volvió un caldo de sangre y tripas. -A mí sólo me gusta la carne, pero te guardaré lo demás por si hay alguna comida rara que quieras hacer- explicó pensando en que lo más fácil sería darle esa comida a Draco o a Sirius que no tenía idea de donde había quedado.

Cuanto terminó se quedó mirando el corazón que tenía en las manos y lo acercó a su nariz para olerlo. -¿Qué haremos con esto? Tal vez enterrarlo…- comentó aunque su idea inicial había sido hacer un extraño ritual o algo con el corazón sin vida en su mano. Luego lo dejó sobre el caldo de intestinos y dejó la olla en otro lado para que no molestara. Miró entonces a Rob que parecía cansado intentando quitar todo lo que cubría a la deliciosa carne. -Mhm… Creo que fallamos en algo… Debimos quitarle la lana, así podríamos haber hecho un nuevo sweater para que dejes el mío en paz.- explicó meditándolo seriamente y luego se quedó asombrada de ver como el idiota de su hermano casi destruía el cuerpo del animal. -¡Hey! ¡Heeeey! ¿Qué haces? No seas bruto, cálmate.- lo empujó un poco con un gruñido y luego comenzó a separar las partes que ya había destruido, al menos tenían las patas delanteras y traseras fuera del cuerpo y las fue dejando sobre otro recipiente para limpiarlas luego. -Usa tu fuerza de macho y ayúdame a separar los dos lados de este animal… - señaló esperando que el hombre se moviera, así quedaría más fácil para limpiarlo y se podrían dividir el trabajo.

Después se dirigió a un mesón que había en un costado cerca de la estufa y comenzó primero a dejar calva la pata del cordero fue llenando así una esfera bastante considerable de Lana aunque terminó con todas las manos y brazos arañados por las pequeñas espinas y otras cosas que los animales del campo terminaban guardando entre sus pelos. -Intenta primero quitar la lana y luego le arrancas el cuero con un cuchillo bien afilado…- comentó aunque seguro su hermano ya lo sabía, pronto volvió a sentir calor en el cuerpo mientras trabajaba y se abanicó con una mano el rostro y el cuello antes de proseguir, pero tenía las manos tan manchadas de sangre que el cuchillo se le resbaló en un corte y terminó haciéndose una herida bastante notable en los dedos. Se la quedó mirando unos segundos, su sangre mezclándose con la del cordero y cuando comenzó a sentir el dolor comenzó a lloriquear. -Estúpido cordero, estúpido cuchillo… Dueleeee- ok, si a toda la carnicería le faltaba algo de drama, su berrinche infantil por la herida abierta en sus dedos le había dado el toque estelar.

por Contenido patrocinado

Día en Familia [+46]

Día en Familia [+46]

Re: Día en Familia [+46]

Re: Día en Familia [+46]

Re: Día en Familia [+46]

Re: Día en Familia [+46]

Re: Día en Familia [+46]

Re: Día en Familia [+46]

Re: Día en Familia [+46]

Re: Día en Familia [+46]

Re: Día en Familia [+46]

Re: Día en Familia [+46]

Re: Día en Familia [+46]

Re: Día en Familia [+46]

Re: Día en Familia [+46]

Re: Día en Familia [+46]

Re: Día en Familia [+46]

Re: Día en Familia [+46]

Re: Día en Familia [+46]

Re: Día en Familia [+46]

Re: Día en Familia [+46]

Re: Día en Familia [+46]

Re: Día en Familia [+46]